Como expertos horticultores y horticultoras que sois ya, tod@s conocéis algunos bichitos e insectos a los que les gusta merodear por el huerto, ¿verdad?
Pues hoy vamos a explicaros cómo podéis construirles una sencilla "posada" con materiales reciclados y reutilizados: algunos que tenéis en casa y otros que podéis recoger en vuestros paseos. Vamos a hacer... ¡UN HOTEL DE INSECTOS!
¿¿¿Cómooooo??? ¿¿¿Pero tienen que reservar habitación???
¡No, hombre, no!
Un hotel de insectos es en realidad una especie de caja nido que podemos instalar en nuestro jardín, en nuestro huerto o en nuestra ventana, para dar cobijo a muchos insectos que, de una forma u otra, son beneficiosos para nuestras plantas: abejas, mariquitas, avispas solitarias (tranquil@s, no son peligrosas), crisopas...
Insectos como estos polinizan las flores que luego dan lugar a alimentos muy ricos y necesarios para nosotr@s: frutas, verduras y hortalizas. Y además, algunos de estos bichitos mantienen a raya a otros a los que les gusta mordisquear las hojas y plantas de nuestros huertos, como las orugas y los pulgones.
Por eso, si construimos a "nuestros ayudantes del huerto" un hotelito donde puedan resguardarse y anidar, ¡mejor que mejor! Mirad, el nuestro ha quedado así:
Os contamos cómo hacerlo por si os animáis a hacer uno:
¿QUÉ NECESITÁIS?
- Una lata de conservas vacía (también podéis utilizar media botella de plástico cortada, por ejemplo).
- Palitos, cartón, piñas, cañas, algo de hierba seca...
- Materiales para decorar la lata (lo que se os ocurra; el diseño del hotel es libre): cintas adhesivas, pegatinas, pinturas y pincel, pegamento, ojos móviles, lana...
1. Cogemos la lata y le hacemos dos agujeritos para pasar un cordel que nos permitirá colgar el hotel una vez que esté terminado.
2. Decoramos la lata como más nos guste. La seño María ha querido darle forma de abeja. Ha hecho las rayas con cintas adhesivas, le ha pegado unos ojos móviles gigantes y unas espirales de cuadernos viejos haciendo de antenas y de aguijón.
Pero podéis pintar la lata con témperas; hacerle dibujos con rotuladores permanentes; pegarle trocitos de papel; forrarla con lana... ¡Imaginación al poder!
3. Una vez que ya hayamos decorado la lata, tenemos que rellenarla con diferentes elementos naturales. Si utilizáis cartones enrollados, palos o cañas, por ejemplo, es conveniente que los sujetéis con gomas o cordeles antes de meterlos en la lata. Todo debe quedar bien encajado e intentar que no sobresalga mucho de la lata para que se mantenga seco.
Lo ideal es colgarlo algo separado del suelo, para que no acudan hormigas y para evitar que nuestros gatos o perros metan por ahí su hocico, pero a una altura que permita a los niñ@s observar a los huéspedes del hotel y ver cómo hacen sus tareas.
En zonas frías, evitad la orientación norte. En zonas cálidas, procurad que esté algo sombreada.
¿Os animáis a preparar vuestro propio hotel de insectos?
Si es así, hacednos llegar vuestras fotos y las colgaremos en el blog.
¡UN BESO, GUAP@S!
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